martes, 1 de mayo de 2007

Mariela, la mejor jugadora que se lleva todos los premios



Es una de las finalistas del reality y fue una de las que más veces salió victoriosa ante una gala de expulsión.
No pudo con Pablo, pero tuvo romances con Jonathán y Leandro y supo aliarse con quien debía en los momentos claves.
De fuerte personalidad, nunca dudó a la hora de castigar a algún compañero mediante una nominación espontánea.
Hoy es la última gala de expulsión y quedará definido quiénes acompañarán a Mariela y Marianela en la final.

A fuerza de personalidad y estrategia, Mariela Montero llegó a la final de Gran Hermano IV y la mayoría de los críticos del ciclo argumenta que –sin dudas- es la mejor jugadora del reality.
Sexy, batalladora y muy locuaz a la hora de tejer alianzas, supo ganarse la confianza de los televidentes, que la depositaron en la final y que probablemente la voten para ganar el juego. Polémica como ella sola, nunca calló nada, utilizó en más de una oportunidad la nominación espontánea, debió afrontar unas cuantas galas de expulsión que superó con éxito y fue la persona que más se involucró afectivamente con los hombres de la casa.
A horas de la última expulsión no dudó en inclinarse por un vapuleado Diego castigando a Marianela, su gran amiga dentro del ciclo.
Nunca pasó desapercibida Desde los primeros días de convivencia demostró que no quería pasar desapercibida.
De temperamento fuerte, se hacía notar con sus comentarios. Si bien su cuerpo no era tan voluptuoso como los de Griselda o Claudia, la salteña era una de las más elogiadas por los varones de la casa en esas primeras horas que debatían sobre la más bella de las chicas.
Y de entrada aclaró que no iba a estar cuatro meses sin vincularse sentimentalmene con alguno de sus pares.
Primero puso los ojos en Pablo que por aquellos días estaba enceguecido con Silvina, la profe. Pese a que sabía de esa relación, la salteña nunca dejó de seducirlo y provocarlo. Una tarde, cuando jugaban al verdad-consecuencia, uno de sus compañeros le preguntó si tendría sexo con el joven fanático de Vélez Sarfield. “Obvio”, respondió sin dudarlo. Pero su enamorado le dio la espalda y se inclinó por la atractiva chica de Colón (Entre Ríos).

El triángulo amoroso y los besos apasionados con Leandro Superado ese metejón con Pablo –con quien tuvo roces hasta que el muchacho de Ramos Mejía abandonó la casa- se vio involucrada en un triángulo amoroso. Jonathán y Jessica fueron los otros integrantes.
En aquel nostálgico tiempo en que el juego era más divertido -ya que todavía quedaban en la casa la mayoría de los participantes- Mariela y Osito tenían una excelente relación. La salteña sabía que su amiga estaba realmente interesada en Jonathán –ya se habían besado en una oportunidad- pero no pudo evitar la tentación de involucrase con un chico siete años menor que ella, como se encargó de resaltar en más de una oportunidad.Así y todo ese romance duró apenas unos días hasta que Jonathán encontró en Osito la contención que no tenía con Maru.
Pese a ello, la relación entre las chicas cambió de rumbo y nunca volvió a ser la que era previo a esa confusión sentimental.Pero la morocha no tardó mucho tiempo en encontrar los brazos de otro hombre con quien compartió cama y estrategia. Leandro intentó conquistarla una y otra vez aunque no dejaba de histeriquear con Sebastián, con quien durmió en más de una oportunidad.

A Mariela poco le importó la supuesta bisexualidad de su nuevo chico y disfrutó de ese amor apenas una semana, tiempo en que Leandro abandonó la casa, en una gala de expulsión en la que ambos fueron los protagonistas.

Infalible a la hora de evitar una expulsión


Pero no sólo del amor se alimentó Mariela en la casa. Fue la primera en realizar la nominación espontánea –una vez enojada con la actitud de liderazgo de Vanina y en segundo término perjudicando a Nadia que le hacía la vida imposible a su aliada Marianela- y fue una de las más castigadas por sus compañeros que la pusieron varias veces al borde la salida del reality.En la mayoría de las nominaciones estaba tan segura que sería sentenciada y en los segundos previos a que Jorge Rial mencionara su nombre, la morocha simulaba ser crucificada, como presagiando que la elección de sus compañera la colocaba –una vez más- muy lejos de la casa. Pero siempre salió a flote.
Pablo, Leandro, Jonathán, Gabriel, y Agustín fueron los compañeros a los que venció en esas instancias.Su perfil en la casa comenzó a crecer en el momento en que los pollitos comenzaron a estar al horno. Expulsadas Nadia y Griselda de la casa, se alió con Diego y Marianela con quien compartió el mayor tiempo hasta los últimos días en que la abandonó al enterarse de su nominación espontánea al ex presidiario.
Incluso fue la persona que más cerca estuvo de Iris, la brasileña de Gran Hermano de ese país que estuvo unos días de visita en la casa.
Cuando faltan muy pocos días para la gran final, Mariela es la gran candidata para llevarse los $100.000. Porque supo aliarse con quien debía en su momento, porque enfrentó a quien tuvo que hacerlo, porque siempre fue perseverante, porque salió airosa de todos los conflictos y porque se dio el gusto de estar con los hombres que pudo. Todo eso le valió el reconocimiento del público que la puso de cabeza en la final y que muy probablemente la elija como la ganadora del certamen.