martes, 1 de mayo de 2007

Mariela, la jugadora (Nota de Terra)


En el comienzo pocos le daban crédito a sus posibilidades, y menos aún cuando integró el "triángulo" junto a Jonathan y a Osito, del que fue finalmente dejada de lado. Pero a fuerza de coraje e inteligencia para manejar sus fichas en el juego, la salteña se ganó un lugar entre los protagonistas.
Perfil.

Poco a poco deslumbró a todos con su personalidad y carácter. Esta chica salteña de 27 años llamada Mariela Montero, fue ganando vuelo en el juego recién llegando a su final.
Había comenzado acercándose a figuras fuertes como Jessica y Damián, pero su espíritu combativo apareció en su verdadera dimensión el día en que se transformó en la primer participante en utilizar la nominación espontánea.
Nadie puede olvidar ese día, en el que luego de cruzar unas palabras con una de las líderes de la casa, Vanina, fue corriendo al confesionario para votarla y marcar el camino de su repentina salida.
Todos recuerdan cuando volvió a la cocina, tras dejar su voto y se corrió el pelo del cuello de un modo muy especial, gesto que muchos asociaron a un “degollamiento”.
Es que para la salteña no hay lugar para el doble discurso. Es frontal, a veces peleadora, de ánimo variable, pero sobre todo muy personal y de gran carácter. Sólo se vio algo desdibujada cuando ingresó en ese extraño triángulo amoroso que vivió junto a Jonathan y a Jessica.
Es que la morocha le sirvió de oído a Osito cuando la chica manifestaba todo su cariño no correspondido por el pelilargo.
Pero los caminos en la casa la llevaron a iniciar un romance -en principios a escondidas-, justo con el chico pretendido por su entonces compinche.
Allí sufrió cuando la historia comenzó a desarmarse. Finalmente cambió de dueño el corazón de Jonathan (¿habrá sido una jugada estratégica del pibe de Bernal en virtud de la popularidad incipiente de Osito?), y en eso momento la salteña la pasó mal.
Pero encontró rápidamente otros brazos y otro triángulo. Fue su relación con Leandro un romance inesperado, sobre todo por la química que el muchacho mostró hacia Sebastián, que le valió después otra complicada batalla.
De todos modos lo mejor llegaría tras dejar tranquilo a su corazón. Allí expuso su alma de guerrera aferrándose con uñas y dientes a un juego, del que los “Pollitos” la quisieron sacaron a toda costa, pero sin éxito.
Así es como Mariela encontró en Marianela una muy buena aliada con la que disputaron la batalla más esperada, contra Nadia y sus amigos.
En ese instante volvió a aparecer su instinto de supervivencia y sus dotes de jugadora, para usar la espontánea y dejar a Nadia al borde de su expulsión.
Esa lucha la ganaron ambas con amplitud, y bien se puede decir que llegó a esta final con todo derecho.
¿Pero podrá ir más allá, compitiendo entre los verdaderos pesos pesados? Igualmente a esta altura nada se podrá reprochar la salteña tras meses de juego y encierro. Lo dio todo y va por más.